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Cinco poemas inéditos de Lidia Salas

Posted by Carmen Cristina Wolf en agosto 2, 2009

E l   s a l o b r e   d e   t u   r a s t r o

 El salobre de tu rastro fluye a veces

desde el centro de mi boca.

El salitre de tu arena en las pupilas.     

                                                                   

Diviso tus esquinas

en las visiones

de mis sueños.

La piedra de tus muros,

los muelles en el Puerto

se hacen humo, bruma, nada.  

 

Esquivas este gesto de encontrarte,

como fruta lejana y sazonada.

 

La luna humedecía

un aroma de azahares.

Aquel  patio, ya es olvido.

 

A veces dudo del recuerdo.  

Y si tu espejismo de ciudad abandonada

es saudade de otro exilio?

 

Difuminado país de la utopía.

 Para la aldea asentada en las Barrancas de San Nicolás

 E l   v e r a n i l l o   d e   S a n   J u a n 

 

            El veranillo de San Juan

en el azul cálido y seco.

 

            Los pétalos morados

de los matarratones florecidos

tenían ese color de mis pezones.

 

En las estampas del verano:      

el viento desordena la hojarasca

y hace estragos en la escritura

de los astros.

 

Seducida por los augurios de la fuga

se confunden las señales.

 

Pueden unos escasos días de luz

convertirse en estación del alma?

            En memoria de aquel veranillo de San Juan.

 D e s o l a d a s

 Desoladas.  Como pájaros ciegos

de un árbol arrasado, parten de mí las voces.

El silencio sabe decir de ausencias.

 

Restauro en estos versos

girones de recuerdos.

 

            En nidos de la fragua,

la incierta materia de mis duelos.

Incendiaré en mi canto,

las palabras desnudas.

 

Transmutaré  – en el glorioso cuerpo 

del poema – mis días oscuros, solitarios.                       

 Para los pájaros de tus amaneceres.

  E s   e l   f i n a l   d e   l a   f i e s t a

 Es el final de la fiesta.

Mi corazón como copa olvidada

se inclina a la intemperie

libre de perdón y de inocencia.

 

La otrora música es un fardo

de soledad.

Algunos danzan todavía.

No saben que es tan sólo el eco de las notas.

Sus sordos movimientos los delatan.

 

Hay un crujido de rocas

en el vientre de la tierra.

Busco algún amanecer en mi cronología

de recuerdos.

Encuentro la mañana del primer día

de escuela.  La mirada de la madre

y el aroma de lluvia

en esa hora temprana

indemnes al olvido.

           

La encrucijada es un interrogante.

Dónde guarecernos en estos tiempos

de bestia enfurecida?

A Raquel de Urbina, mi maestra de primaria.

 I n a u d i b l e   s o n i d  o

          Inaudible sonido de la vida

Sabor de uva macerada entre los labios.

 

Creer que el milagro de los nardos

lava la piel oscura de la muerte.

 

            Reconocer en la delgada voz,

en la desafinada voz del jazz

el grito de otro cuerpo.

 

            Entonces no sabías

la ruta del destino.

Ahora que ves sobre los hombros.

los meandros del camino,

casi todo es pasado.

Aún persigues el inaudible sonido de la vida.  

           En memoria del sonido de tus cigarras       

* La escritora Lidia Salas es Magister en Literatura de la Universidad Central de Venezuela. Dedicada gran parte de su vida a la crítica literaria, es autora de los poemarios: Arañando el silencio, Mención de Honor del Primer Concurso de Poesía Libre de la Universidad de Córdoba, Colombia (1984),Coautora con Elena Vera de la Antología Quaterni Deni. (1992). Su obra se encuentra recogida en la Antología de Poetas Venezolanos del Círculo de Escritores de Venezuela. Obra publicada: Mambo Café, 1º Mención de Concurso de la I Bienal del Ateneo Casa de Aguas (1994). Venturosa Premio Unico Mención Poesía del VII Concurso Nacional del IPASME (1995). Luna de Tarot (Ediciones Círculo de Escritores de Venezuela. 2000). Y de las Plaquettes Sedas de Otoño (Taller Editorial El pez Soluble, 2006). Itinerario Fugaz editado por la Universidad Nacional Abierta en 2008.

Gracias a la escritora Lidia Salas por enviarnos estos poemas de su nuevo  libro inédito. . Las editoras             

 Barranquilla aterdecer

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